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Vela del Sagrado Corazón de Jesús 8

$595


Vela del Sagrado Corazón de Jesús

Vela del Sagrado Corazón en frasco de vidrio.

El Sagrado Corazón representa el amor divino de Dios por la humanidad y es una de las devociones religiosas más famosas al corazón físico de Jesús. Esta devoción resalta la larga pasión de Cristo, su compasión y su amor incondicional hacia la humanidad. Se dice que la devoción al Sagrado Corazón se originó con una monja católica francesa llamada Margarita María Alacoque, quien afirmó haberla aprendido del mismo Jesús durante una aparición. El Sagrado Corazón se representa frecuentemente en el arte cristiano y en imágenes religiosas como un corazón llameante que resplandece con luz divina (el fuego representa el poder transformador del amor divino), traspasado por la lanza, rodeado por la corona de espinas, coronado por una cruz y sangrante (en referencia a la muerte de Jesús). A veces, el Sagrado Corazón se muestra brillando en el seno de Cristo, con sus manos heridas a la altura del corazón. MexGrocer.com te ofrece una selección de velas dedicadas a la devoción al Sagrado Corazón. Cada vela tiene impresa una hermosa oración para ayudarte a orar con fe y devoción. MexGrocer.com te ofrece con orgullo dos velas del Sagrado Corazón para que puedas demostrar tu devoción: una vela alta de vidrio para encender durante tus oraciones diarias o una veladora (vela de vidrio) para encomendar a tus padres al Sagrado Corazón.

RITUAL CATÓLICO DE LLEVAR LA COMUNIÓN A LOS ENFERMOS

Que la paz de Cristo esté con ustedes. Y también contigo. Hermanos y hermanas, para prepararnos para recibir los sagrados misterios, recordemos nuestros pecados.

Confieso ante Dios todopoderoso, y ante vosotros, hermanos míos, que he pecado por mi propia culpa, en mis pensamientos y en mis palabras, en lo que he hecho y en lo que he dejado de hacer, y pido a la Bienaventurada María, siempre Virgen, y a todos los ángeles y santos, y a vosotros, hermanos míos, que intercedáis por mí ante el Señor nuestro Dios.

Que Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Oremos con confianza al Padre con las palabras que nos dio nuestro Salvador:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

(El ministro toma la Hostia del píxide, se la muestra al enfermo y dice:)
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo; dichosos los que son invitados a su cena. Señor, no soy digno de recibirte; pero una sola palabra tuya bastará para sanarme.

(El ministro da la hostia a los enfermos diciendo:) El Cuerpo de Cristo, Amén

(Tras un momento de silencio, diga:)
Oremos: Padre todopoderoso y Dios eterno, nuestro hermano (hermana) ha recibido la Eucaristía con fe en ti y en tu poder sanador. Que el cuerpo y la sangre de Cristo le traigan salud duradera de alma y cuerpo. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo nuestro Señor. Amén.